CANTO A MARÍA

Joaquín Trincado

Código de Amor Universal, Art. 19.- Canto a María reina del amor y de las madres. Este canto encierra toda la ternura y amor de las madres y todo el heroísmo y grandeza de la humanidad, en su filiación verdadera de “hijos de Dios”: María es nuestra madre Eva y es conocida por uno u otro nombre en toda la Tierra e invocada por todas las madres al dar a luz sus hijos. Es madre en toda la ley como las demás mujeres por obra de varón y fue en la existencia en que fue María, madre de 7 hijos e hijas siendo el primero Jesús y el último Jaime o Santiago apóstol de España, en cuyos brazos expiró aquel cuerpo que tanto sufriera por la humanidad, depositando en su hijo el último beso de su amor de madre, para que éste lo diera a la humanidad de sus amores; beso que vivifica las almas y se lo da a sus hermanos hoy en este Código el temido Anticristo; y todo el que lo quiera recibir, aquél será redimido en el amor de Eloí por quien fue dado y en su nombre lo doy.

Aquí los poetas y los músicos han de inspirarse en el arrullo y ternura de las madres y en el puro amor de Eloí para cantar a la “reina del amor”, de las madres y madre de toda la humanidad.

Mucho se le ha cantado durante el sexto día; pero ha sido para denigrarla haciéndola “Madre de Dios” y “por obra del Espíritu Santo”, lo que la ponía fuera de la ley general de los seres: esto le ha hecho sufrir a su amante espíritu hasta el día de la justicia en que fue justificada por el Espíritu de Verdad y la cosmogonía y declarada “Reina del Amor, madre en toda Ley”.

Hay cantos sublimes dignos de ella, quitando de ellos el misticismo y los epítetos absurdos de “Virgen” y “Madre de Dios”, con lo que se dignifica a su esposo José, padre con ella de sus siete hijos, más cinco que le llevó como regalos de bodas, habidos anteriormente en su primera compañera Débora y esta consideración será bastante a deshacer la supuesta vida contemplativa que le atribuyeron los errados de la religión dogmática; pues una niña desposada a los diez y seis años, que se encuentra con cinco hijos, su esposo y ella siete y antes de un año tiene en sus brazos a Jesús, dará justa idea a las madres del enorme trabajo de la joven María, y comprenderán si podía quedarle tiempo para la vida mística, aunque por la elevación de su espíritu y su alta misión, anduviera en la presencia del Padre.

Después de la muerte de Jesús, en cuyas ideas salvadoras se saturó la gran Madre; y repartidos los apóstoles por las naciones para continuar la obra redentora del mártir del Gólgota, a la que cooperó como correspondía a su carácter de madre y misión, faltándole el calor y el amor filial pasó el Mediterráneo y fue en busca de su otro hijo Jaime que predicaba en España y lo encontró en Salduba, hoy Zaragoza, junto a las riberas del río Ebro y en brazos del hijo, encontró el consuelo, la vida y el amor que le faltaba hasta su postrer día en la Tierra, dejando en aquella hidalga España que largos años la sostuviera y amara, su purificada materia, en galardón del amor que en sus mujeres encontró y que con ello, con su ejemplo y su consejo acrecentó y afirmó y prometió y se cumple, que estaría con ellas hasta el fin de los siglos.

Aquí, el juez del Padre, sólo puede hacer saludar a su madre y deja a los poetas y sobre todo a las enamoradas madres y a las jóvenes amantes que le canten sus arrullos y su amor; dentro de los principios enumerados en este artículo.

Descargar "Canto a María" (voz masculina)
Descargar versión instrumental

De la Tierra y de sus seres
Y sol del eterno día
De la tierra y de sus seres
Y en su nombre, madre mía,
Ave María.

De Neptuno descendiste y fuiste Eva
Y con Adán trajiste el nuevo día
Que marcó a la humanidad la era nueva
De amor, de libertad y de justicia.
Y en su nombre, Ave María.

El amor y el valor que tú traías
Fue ejemplo en las madres que en heroínas
De esclavas que eran se convirtieron
Y dieron sabios y héroes todos los días
Y en su nombre, Ave María.

Tu virtud y aroma el mundo corría
Y en dos mil años allá en Bhaac
Hellí da su concierto por Abraham
Y nos hace herederos de su justicia
Y en su nombre, Ave María.

Jacob funda tu pueblo, pueblo de vida
Y te vio en la escala y no era sueño;
Y aunque el pueblo fue esclavo él fue liberto
Por el valor que diste a tu familia.
Y en su nombre, Ave María.

Moisés lo liberta y la ley escribía
Y tú eras la luz que lo guiaba
Y si prevarica, es la ignorancia
Que embota aquel pueblo, mas te veía,
Y en su nombre, Ave María.

Seguiste en amor siendo su guía
Y en tu celo, tu amor no descansaba
Castigando cual madre, todas sus faltas
Y dejándote ver por tu hijo Elías
Y en su nombre, Ave María.

Mas tu amor en el pueblo ya se sentía
Y no estaban conformes los sacerdotes
Porque vieron que esas dotes
Harían justicia en cercano día
Y en su nombre, Ave María.

En tu seno llevaste al gran Mesías
Que contigo luchaba sin descansar
Y en su mano traía la libertad
Y tu otro hijo la igualdad y la justicia.
Y en su nombre, Ave María.

Y se consumió el crimen ante tu vista
Y después se cargaron denuestos mil
Pero fúlgida sales del lodo vil
En el día anunciado por la justicia
Y en su nombre, Ave María.

En el día tremendo de la justicia
Que traía tu hijo según la ley
Que juzgó y sentenció a la grey,
Justificada fuiste por la cosmogonía
Y en su nombre, Ave María.

El Padre se complace en tu grandeza;
La Tierra te ama con tu amor;
El Espíritu de Verdad, tu amor confiesa;
Las madres, ya te llaman como madre
Y saben que José de tus hijos es el Padre
Y tus hijos, con Jesús que no es un mito,
Te saludan con su hermano el Anticristo.


Autor: Joaquín Trincado
Música y arreglo: Félix Hernández Santiago
Y José Luis Alcázar Herrera
Voz: Rafael Méndez Vargas.



Descargar "Canto a María" (voz femenina)
Descargar pista

De la Tierra y de sus seres
Y sol del eterno día
De la tierra y de sus seres
Y en su nombre, madre mía,
Ave María.

De Neptuno descendiste y fuiste Eva
Y con Adán trajiste el nuevo día
Que marcó a la humanidad la era nueva
De amor, de libertad y de justicia.
Y en su nombre, Ave María.

El amor y el valor que tú traías
Fue ejemplo en las madres que en heroínas
De esclavas que eran se convirtieron
Y dieron sabios y héroes todos los días
Y en su nombre, Ave María.

Tu virtud y aroma el mundo corría
Y en dos mil años allá en Bhaac
Hellí da su concierto por Abraham
Y nos hace herederos de su justicia
Y en su nombre, Ave María.

Jacob funda tu pueblo, pueblo de vida
Y te vio en la escala y no era sueño;
Y aunque el pueblo fue esclavo él fue liberto
Por el valor que diste a tu familia.
Y en su nombre, Ave María.

Moisés lo liberta y la ley escribía
Y tú eras la luz que lo guiaba
Y si prevarica, es la ignorancia
Que embota aquel pueblo, mas te veía,
Y en su nombre, Ave María.

Seguiste en amor siendo su guía
Y en tu celo, tu amor no descansaba
Castigando cual madre, todas sus faltas
Y dejándote ver por tu hijo Elías
Y en su nombre, Ave María.

Mas tu amor en el pueblo ya se sentía
Y no estaban conformes los sacerdotes
Porque vieron que esas dotes
Harían justicia en cercano día
Y en su nombre, Ave María.

En tu seno llevaste al gran Mesías
Que contigo luchaba sin descansar
Y en su mano traía la libertad
Y tu otro hijo la igualdad y la justicia.
Y en su nombre, Ave María.

Y se consumió el crimen ante tu vista
Y después se cargaron denuestos mil
Pero fúlgida sales del lodo vil
En el día anunciado por la justicia
Y en su nombre, Ave María.

En el día tremendo de la justicia
Que traía tu hijo según la ley
Que juzgó y sentenció a la grey,
Justificada fuiste por la cosmogonía
Y en su nombre, Ave María.

El Padre se complace en tu grandeza;
La Tierra te ama con tu amor;
El Espíritu de Verdad, tu amor confiesa;
Las madres, ya te llaman como madre
Y saben que José de tus hijos es el Padre
Y tus hijos, con Jesús que no es un mito,
Te saludan con su hermano el Anticristo.

Autor: Joaquín Trincado
Música y arreglo: José Luis Alcaraz Herrera
Voz: N.P.B.



<--- volver al índice de himnos y cantos

Grupo Atril